CRÓNICA DE UNAS VACACIONES SANTAS AL USO
Recordarás la tara máxima de tu coche demasiado tarde, cuando tengas que poner la última bolsa de cedés de Pocoyo debajo del acelerador. Suerte que llevas el control de velocidad y vas a activarlo desde el kilómetro cero, si te dejan.
Recordarás que hay que desviarse hasta el centro, la calle Ferrocarril nada menos, para recoger a tu suegra, que este año os ha tocado en suertes y que se niega a hacer los 463 kilómetros hasta Benidorm, ni sabe nadar ni le ha gustado nunca la playa. Tendrás que rodear por Petrer, dejarla en casa de su hermana y tener en cuenta que habrás de visitarla, al menos, tres veces para no aguantar los lagrimeos de tu esposa y frases del tipo claro, si fuera tu familia entonces sí.
Recordarás que la noche anterior apenas podrás dormir, te la comerás pasando revista con tu mujer a los cientos de trastos inútiles que habrás de llevarte, como por ejemplo los cojines que quitamos del sofá el otoño pasado, que digo yo, que dice tu mujer, que como ya no los queremos para nada, ya que vamos a pasar por Petrer, se los dejamos a mi tía, ella siempre es muy agradecida, a ver para qué querrá esa casi centenaria señora unos cojines estampados con la foto de la niña al estilo andywarhol. Luego tu mujer te dirá que qué cosas tienes, que cómo va a conducir ella, que tú no puedes ponerte detrás con los críos y tu suegra porque siempre termináis enfadados.
Recordarás que le darás la razón, aún cuando sabes perfectamente que tu suegra y tú no habéis discutido jamás en un habitáculo de cuatro ruedas. Y terminarás convencido de que la peor opción de todas es dejarla conducir a ella, y su manía de no pagar peaje ni siquiera una vez al año, que eso es malo para la economía familiar. Pero a ver quién le explica que consumir dos horas más de carburante por una nacional a la larga es menos rentable que el peaje, porque te sale con aquello de pues mi padre cuando íbamos a la playa no ha cogido una autopista en su vida y nunca se ha gastado más de tres mil pesetas de gasolina al mes, ¿verdad mamá?
Recordarás que ya has quedado el miércoles con los Ramírez, esos vecinos tan insoportables que vienen de Mérida a darte la murga gratuitamente al piso de arriba y que, qué duda cabe, os obsequiarán con su famosa ensalada césar y sus reconocidas croquetas de pechuga de pavo y cebolla caramelizada. Es que, por lo visto, Arguiñano un día sacó su carta e hizo la receta en un programa y para qué quieres más. Para mi gusto están sosas, pero, por lo visto, los fumadores no sabemos apreciar esas cosas. Y demos gracias porque alguna revista no haya publicado alguna otra de sus recetas. Pasaremos la cena compitiendo en cuanto a resultados curriculares y extraescolares de los niños y hablando de cómo ella deconstruye toda la cocina, al más puro estilo Subijana. Es de las que dicen: pues yo le pongo y sentencian al más puro estilo Cicerón en sus Catilinarias.
El jueves, recuérdalo antes de que sea más tarde, llevarás a tu suegra y a la tía Jacinta a ver la procesión a Almoradí. Lo más divertido de todo es ver dónde leches dejas el coche después de regresar, pues en el intervalo de tan familiar excursión, tropecientos mil coches habrán llegado para pasar el fin de semana en la playa y te vas a pasar más de media hora dando vueltas por los alrededores del edificio para terminar dejándolo en doble fila, detrás del de los Ramírez y poniéndote el despertador a las siete para bajar y cambiarlo de sitio.
Recordarás también que habrá que llevar el sábado a los niños a Terra Mítica. Tú dijiste que mejor el martes, que habría menos gente, pero ellos quieren estar con los primos, que se lo pasan mejor. Recordarás entonces que para el viernes se te han acoplado los primos, que tus cuñados se marchan de fin de semana a Florencia y te dejan el paquete a ti. Y no digas nada al respecto porque ya han hecho suficiente esfuerzo trayéndotelos hasta Alicante, que a ellos les sale mucho más barato el vuelo partiendo desde Madrid. Recordarás que tendrás que ir al aeropuerto a por ellos.
Con ese panorama consigues conciliar el sueño el Viernes de Soledad, poniéndole possits de los más variopintos a tu memoria. Recuerdas que un día viste una exposición fotográfica en que la modelo llenaba todo de possits para aprender el idioma del país donde había emigrado. Sueñas toda la noche que estás en tu oficina, con montañas de expedientes de gente extraña mal apilados por los suelos. Lleva Silvia, tu compañera de despacho, esa falda y esa blusa que tanto te gustan. Sabes que en algún momento te vas a topar con el expediente de los Ramírez y en tus manos estará ponerles una multa de 400 euros, que conlleva una pérdida de 5 puntos en el carné.
Cuando suene el despertador y salgas de la inconsciencia, recordarás que te pasaste todo el sueño sonriente y feliz.
Canción del día: Sweet Dreams (are made of this), Eurythmics
p.d. Leído en "Días de Radio" el 30 de Marzo de 2010.
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