CARA SÍ, PERO DE TONTO
Pues resulta que el FBI, harto de buscar soluciones, se monta una operación que ya quisieran para ellos los triunfitos con el objetivo de meter en la piel del más despiadado de los criminales al más reputado policía de la ciudad de Los Ángeles y van y le cascan la cara de uno que acompañó a James Bond a entrar a San Quintín para quitarle unas bombas a otro que se creía Cristo y lo llevan a una penitenciaría del copón con unas medidas de seguridad de lo más plus para que averigüe dónde han colocado un cacho bomba que va a hacer tambalear los cimientos de la moral estadounidense hasta límites insospechados.
Y, mientras tanto, el malo malísimo está vigilado por ellos en una de sus caprichosas sedes porque está en coma. Pero mira tú por dónde que va y que sale del coma el tío tan campante y en cuanto respira un poco se da cuenta de todo lo que está pasando y se encuentra en su mano un móvil con el que llamar a sus archiamigos matones de especialidad quíteme usted estos apuros de encima. Sí, repito: UN MÓVIL. Y ellos vienen con el cirujano jefe y ya tenemos el lío en los almacenes Calatayud.
Después de esta muestra de estupidez a la hora de hacer una película, ni me extraña que Hollywood haga remezclas de patatas tales como Poseidón o Superman ni que nadie de los servicios inteligentes de los USA haya sido capaz de encontrar a Bin Laden, a quien antiguamente sus compinches de la CIA tenían en nómina por talibán (es decir, por estudiante y enemigo público de los rusos).
Luego se pregunta la prensa si George Bush hijo es idiota, pero es que tiene de dónde aprender estupideces el chaval.
Como, aunque lleve firma, no sé de quién es la foto de hoy, os dejo el enlace de donde la he sacado: www.westlord.com/nicholascage/eng-drawings.html
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