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RUA DOS ANJOS PRETOS

OPERACIÓN ESCARLATA

OPERACIÓN ESCARLATA

Como estaba deprimido porque no tenía nada de lo que hablar hoy, he hecho lo que toda persona sensata haría para nutrirse de noticias con las que celebrar la estupidez cotidiana. Ustedes dirán: ¡Ha puesto la COPE unos minutos!

¡Huy! ¡Casi! Me he ido hasta la web de El Mundo. Los chicos de Pedro J. nunca fallan, siempre atienden mis demandas, tan atentos.

Resulta que en Madrid han descubierto una red de matrimonios de conveniencia. Aunque más bien debería de llamarse red de matrimonios de connivencia, pues muy diferente es una palabra de la otra. En un matrimonio bienvenido nunca faltará una dosis de conveniencia, es decir, de beneficio o utilidad; de conformidad, de acuerdo o convenio entre dos personas. Algunos de los asistentes al evento llamará a dicho acuerdo amor, incluso alguno habrá que, movido por la amistad o el cariño, prorrumpa desde un púlpito hablará maravillas de ese acuerdo de valor imperecedero, cuya fecha de caducidad comienza en ese mismo momento. Otros invitados, y desde aquí deseamos para los novios que sean los menos, probablemente no lo llamen amor, ni tan siquiera sexo, y sí piensen más en el convenio práctico de las dos personas que se han disfrazado para tal ocasión.

En este caso, lo que ha habido ha sido connivencia, es decir, una confabulación de varias personas para cometer un delito o una acción ilícita. 34 personas han sido detenidas en esta Operación, de nombre rimbombante como suelen serlo todas, Operación Escarlata, color que a las bodas sólo lo llevan aquéllas que quieren eclipsar a la novia. Con ella, se llegaron a concertar más de cien enlaces de colombianos y españoles para legalizar la situación de residencia en España.

Chollo asegurado, señores. Nada sospechoso. Por lo visto, eran personas afines al narcotráfico cuya estancia era irregular, por no decir truculenta. Pagaban alrededor de unos 12000 para obtener sus papeles. Los afortunados españoles que accedían ganaban una quiniela de 3000, mientras que los testigos se debían conformar con una de 12, algo así como 200 euros.

Lo hicieron en once iglesias, de las cuales ha quedado demostrado, misteriosamente, que sólo el sacerdote de origen colombiano que ha sido detenido estaba al tanto de lo que sucedía, y actuaba de connivencia, por tanto con sus compatriotas. Por si fuera poco, para ponerle más roquefort al asunto, tanto el sacerdote, como la abogada falsa y la funcionaria que pasaba la trampa por el registro, han sido detenidos en la localidad de Valdemoro.

La pregunta que cabe formularse de todo esto es cuál era la verdadera intención del sacerdote colombiano cuando se vino a evangelizar a nuestro país. De qué manera hemos de engrosar y englobar su delito. No el terrenal, bien distinto, sino el divino. Un fraude a las creencias de muchos, a la fe de tantos, que cada domingo acudieron a escuchar su mensaje y a tomar de sus manos el cuerpo de su dios hecho símbolo. ¿Fueron sus pretensiones desde su primera venida las del lucro? ¿Se vio envuelto después en la espiral peligrosa de sus compatriotas? ¿Pecó de avaricia haciendo el lucro, explotando su puesto para beneficio propio?

Desde hace unos años somos conscientes de que los ministros de los dioses en la tierra horadan demasiado las raíces por las que pisan, se fijan demasiado en el suelo y han olvidado alzar la vista si no es dentro de su ministerio, buscando las respuestas de su debilidad en el altar. Los creyentes, que para algo son crédulos, perdonan sus fallos, que no pecados, bien cuando delinquen apañando matrimonios, como es el caso, bien cuando tocan deliberadamente a menores con ánimo lujurioso.

Son humanos, dicen y continúan en su creencia de que no todos son iguales.

También los maltratadotes o los multimillonarios, por poner dos grupos bien dispares, son humanos y nos dan mucho asco: no perdonamos a unos el pecado de la ira y la envidia; a los otros, jamás le perdonaremos el de la avaricia y la soberbia.

 

Canción del día: It’s a Sin, Pet Shop Boys

p.d. Leído en “Días de Radio” el 28 de Octubre de 2009.

 

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