UN HACHAZO EN TODA LA CABEZA

Con el retraso lógico de mis 800 kilómetros de distancia de casa, me entero hoy de la muerte de mi apreciado profesor Pepe Perona, Maestro de Gramática.

Me consta que, a pesar de los insultos que estudiantes de filología de todas las generaciones le han prodigado, éramos unos cuantos los que queríamos al Maestro tanto como su amigo Pérez Reverte.

Su silencio en una ciudad como Murcia hará de ésta más pobre. Pero queden sin cuidado: Murcia lo hará con gusto.