Blogia
RUA DOS ANJOS PRETOS

LA INDIGENCIA DE LOS 40

LA INDIGENCIA DE LOS 40

Uno puede tomar la postura que quiera. Incluso tomar en la postura que quiera (exceptuando algunos estados democráticos de USA, donde es ilegal y punible). Eso es lícito. Incluso si eres una cadena de televisión. Más aún: incluso si eres una cadena de televisión musical. ¿Cómo puede posicionarse una cadena de videos musicales?

Hasta hace poco, no pensaba en ello. Ahora lo he podido corroborar con la de los 40. Hay un programa donde ponen clips que poco o nada tienen que ver con sus preferencias a la hora de hacerles la cama a las grandes discográficas. Como lo de las retrasmisiones de atletismo. Nos importa una mierda, no genera beneficios, pero hay que hacerlo.

En este programa, siempre emitido a altas horas de la madrugada, aparece gente como Artic Monkeys, Rufus Wainwright, Kaiser Chiefs, Ani Difranco, Editors, etcétera. Gente que nunca va a vender un rosco, que nunca va a llenar un estadio, que nunca van a ser ídolos de masas, ¿verdad?

Bueno, ustedes dirán que hasta ahí todo va normal. Vale. Un programa de música indie, dirán. Y estamos de acuerdo. Lo que atufa ya es el título. ¿Cómo llamar a un programa que cantan grupos indies? INDI-GENTES. Y uno se queda tan fresco. Ya tenemos candidato al premio Nobel de Literatura una vez más, al que dio título a este “Programa dedicado a pasar revista a la actualidad del pop independiente en todas sus variantes, con espacio, además, de recuperar canciones que ya han pasado a la historia del género.”

Ustedes no verán a ninguna asociación del buen gusto pidiendo por la desaparición del programa, ni tan siquiera rogando el cambio del nombre, que queda como que tu alcalde te regale un ejemplar de Mein Kampf el Día Internacional de la Paz .

Sin embargo, y por loco que parezca, ¿pueden los guionistas de semejante patraña rizar el rizo?

Pues sí, vaya que si pueden. Poniendo un clip de LEONARD COHEN en su indigente programa de gente Indie.

Casi na, que diría Rubén Castillo .

1 comentario

Rubén Castillo -

Pues sí, hijo mío. El asco nos coloniza que da gusto, y la horterez (bonita palabra que acabo de inventarme) se extiende a la velocidad de la luz (Casal). Compremos un refugio antinuclear y metámonos dentro, antes de que sea tarde.