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RUA DOS ANJOS PRETOS

CAPRICES DES PSEUDO-DIEUX

CAPRICES DES PSEUDO-DIEUX

Si quedaba alguna duda de que el dinero vuelve más gilipollas a los que ya opositaban a serlo cuando sólo aspiraban a mindundis, no hay más que darse una vuelta por un artículo de Capital (la versión francesa, número 184) para que esa exigua y coqueta duda se vaya de vacaciones indefinidas.

¿Quién ha dicho que está todo inventado? Haz que lo normal se convierta en extraordinario, atibórrale el precio de ceros a la derecha y tendrás un comprador adicto a tu mercancía. Por lo visto hay por ahí una llave USB forrada de diamantes que cuesta más de treinta mil euros (Mii Stor Ice). De platino y con 4 gigas. Una ganga. ¿Un comprador? Liam Howlett, el cantante de Prodigy, que debe de tener una alta estima a lo que compone para querer llevarlo en semejante envoltorio. Hay otros modelos más asequibles (450 el de acero inoxidable), pero son cursis cursis, que te lo juro.

¿Qué tienen en común Ralph Lauren, los “oligarcas” rusos, un príncipe del Golfo Pérsico y algunos industriales alemanes? Un Bugatti Veyron , del que se han hecho 110 ejemplares. Con 1000 CV alcanza los 400 km hora. La entrada: sólo trescientos mil euros. Luego te queda la financiación de los novecientos mil restantes.

Y en una subasta han pagado por una trufa blanca (la más grande del mundo, con kilo y medio de peso) ciento veinticinco mil euros, para que sea servida en una cena de beneficencia en Hong Kong.

En la que no sabemos si cantará la Aguilera, pues para los conciertos exclusivos se cotiza bastante. Que ella te cante en tu boda te puede salir por unos dos millones de dólares (el triple de lo que cobra la Minogue, que está más buena a nuestro criterio). Eso sí, sólo tres canciones. Y eso en la boda de una ex-Miss Serbia con un tal Andrei Melnichenko, no tan famoso como Ronaldinho pero está en la lista de los millonarios más jóvenes del mundo. Lástima que fuera superada recientemente por otra grande: George Michael, a la que pagaron un millón más en la Nochevieja pasada (otro magnate ruso, que se pican éstos muy pronto, por lo que se ve).

¿Qué quieren que les diga? Supongo que Oscar Wilde estaría de acuerdo en que eso del lujo no tiene nada que ver con esas estupideces propias de actores secundarios de gentleman. Para mí, disfrutar de un marron glacé o de la cena íntima con So del próximo viernes ya es un lujo. Por ejemplo, serían otros: releer a Cortázar, una puesta de sol en una playa del Algarve, un paseo por las Tullerías, un arroz con bogavante viendo el cabo de Fisterra, tocar las paredes sagradas de la Alhambra.

De acuerdo. Son banalidades. No tienen nada de excesivo. Pero convencido estoy de que a más de uno se le ha puesto una sonrisa al leerlo y de que todo esto da muchos menos dolores de cabeza que calcular la gasolina que gasta al mes el Bugatti.

1 comentario

tenterty -

Con la de pantalones que podría yo comprarme con semejante número de euros....Cada cual...Me encanta tu blog. Gracias por tu comment. Puedes coger las fotos que quieras. Un saludo!!!