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RUA DOS ANJOS PRETOS

NUNCA SE FIEN DE UN CONDUCTOR DE UN A8

NUNCA SE FIEN DE UN CONDUCTOR DE UN A8

Es inevitable. Seguro que más de una vez les ha pasado, en un semáforo o en callejón; en la puerta de un cine o en una isleta. Se han parado a ver quién conducía el cochazo por el que han sentido envidia y se han dicho claro, no podría haber sido de otra manera, pues el prototipo de tontolhaba que lo conducía coincidía como un retrato robot científico con la idea que usted tiene de ese tipo de conductores.

Y no, no estoy hablando del idiota que se ha cargado en Murcia a su mujer la pasada noche. A cuchilladas, que da más currículo, por lo visto. Iba en un Mercedes del copón, pero eso no vale. En Murcia, los concesionarios de la Benz son una especie de oenegé, Barrigazos sin fronteras o algo así. Allí están a la orden del día, como los alcaldes corruptos, vengan de donde vengan. Al final, todos se pasaron su infancia cagando detrás de las palas y eso ha de pagarse tarde o temprano.

No, hablo de otro conductor, de Santo Domingo de la Calzada. A partir de hoy mi héroe anónimo en el tema de cómo recuperarse de un accidente. El mencionado en cuestión, al que llamaremos Tepuntodé, dueño de un Audi A8, es el personaje que mejor se ha restablecido de un accidente de tráfico mortal que se haya conocido en esta Rua. Tepuntodé atropelló a un joven ciclista de 17 años que se había saltado un stop. El caso fue sobreseído y Tepuntodé pudo comprobar in situ cómo la justicia le excluía de culpa alguna. Esto debió de fortalecer su fe hasta el punto de creerse la víctima real del asunto.

¿Y qué hacen las víctimas? Reclaman justicia a voz en grito. Así que Tepuntodé llama a la familia de la víctima y les reclama ahora 19952,28 euros por los daños ocasionados a su vehículo durante el accidente del 26 de Agosto de 2004. Tepuntodé asegura que se pone en la piel de los padres del chico, que ojalá pudiera devolverle la vida que le arrebató de manera fortuita y circunstancial, que lo ha meditado mucho y que la culpa de todo, realmente, la tienen los seguros por no funcionar como debieran.

Lo más llamativo del caso es que de los casi veinte mil euros reclamados, Tepuntodé, al que no imaginen en el paro sino como un ilustre industrial de la zona, seis mil son por los gastos de sustitución del coche accidentado durante el tiempo que el Audi A8 estuvo en el taller reparándose.

¿Se imaginan por qué coche lo sustituyó, la pobre víctima?

 

p.d. La foto está recogida de la web oficial de Audi, donde podemos leer en la publicidad: "No es arrogante, pero conoce su superiodidad. No es un deportivo, aunque su carácter nos dice que tiene alma de atleta". Woh!

 

2 comentarios

marta z -

Me gusta escribir Rober y no Rover, no haberme preguntado nunca que era aquello del ciritione, confundir siempre los audis con los bemeuves y preferir un coche a otro por su color. Para horror de mis profesores de publicidad admito todo esto y más, aunque me confieso como mínima parte del bando de los malos. Debo admitir que admiro el poder que estas y otras marcas han logrado. Eso sí, lástima de dinero invertido al no poder igualar identidad ideal proyectada de la marca y comprador real.

Conde Niño -

“La pasión sale a tu encuentro” decía un anuncio de coches hace un tiempo ya. Lástima que haya gente que se lo crea. Lástima. Por mi parte, también desde hace tiempo creo que las ciudades están llenas de coches fantásticos. Fantásticos porque conducen solos; al menos yo soy incapaz de ver a sus conductores, mucho más anónimos e invisibles que el resto.