LA POESIA DEL IPC ABARATA EL VERSO DE LA ECONOMIA ESPAÑOLA

Hey, cómo molan las noticias que algunos se gastan. No cabe la menor duda de que este año está llamado a ser uno de los más importantes para la poesía española. Ustedes se preguntarán por qué digo esto. Algún avispado pensará que voy a promocionar el último de Brines, que habrá de salir, o el de Luis García Montero o Carlos Marzal.

No, no, que no van por ahí los tiros. Verán ustedes: es que este año a los españoles nos la repantiga que la leche haya aumentado su precio hasta un 31%, huevos, legumbres, hortalizas y pollo rondando el 10% y el pan un 15%. De eso ya se ha hablado bastante y está claro que todo Cristo va a seguir yantando y sopando los huevos fritos hasta pringarse los dedos.

Porque, ladies and gentleman, no sólo se han abaratado las medicinas en un 2,1% (aunque en artículos de parafarmacia los precios son libres y por un mismo producto puedes encontrar una diferencia de 3,25 euros en la misma ciudad), sino también el OCIO Y LA CULTURA. ¡En un sustancioso 0,8%!

Así que ahora nos alimentaremos con versos y beberemos de los mejores poetas que aún nos quedan vivos: desayunaremos con Gamoneda, comeremos con Eloy Sánchez Rosillo, las pastas del té serán sustituidas por las ocurrencias de García Casado, y antes de irnos a la cama aprovecharemos para revisar a Luis Muñoz. ¡Qué se arruinen los del pan y la sal! ¡Qué nosotros tendremos a Vicente Gallego! ¡Qué se pudran en sus abusos los del Litoral! ¡Qué nosotros tendremos a Lorenzo Oliván!

¿Y cómo se nota que se han abaratado estos productos? Porque la edición de bolsillo de Anagrama de la ya mítica y mitificada obra magna de Roberto Bolaño está a 14,50; el último de Marías vale ya más que un cedé o que un dvd; las películas buenas siguen a 18,95 y las que siempre has querido tener en casa siguen sin aparecer; las entradas de teatro están mínimo a 24 (hablamos de plazas decentes) y las de cine no bajan de los 4,50 (en la, supuestamente, ciudad más barata del país).

Y el que no sepa ahorrar es porque no quiere aprender. Déle a su hijo las vitaminas necesarias comprándolas en la farmacia y llévelo a los museos, que es la mejor opción para los domingos. Déjese de comer porquerías verdes, que para lo que nos queda en el tiesto, es mejor seguir trabajando para que la hipoteca nos crucifique como Dios manda.

Y, por favor, que los de las estadísticas nos expliquen qué porras es para ellos el OCIO y LA CULTURA.

 

P.d. La foto de hoy iba a ser de GIORGIO VIERA, pero buscando nos hemos topado con esto : la noticia de una posible fotografía plagiada al fotógrafo de Magnum Chien Chi Chang. Así que lo vetamos.

P.d. 2. Para despistados, Magnum no sólo es una marca de un tipo de helados, también es mi agencia de fotos favorita. Aunque bien es cierto que los Magnum me los como doblados cuando toca.