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RUA DOS ANJOS PRETOS

DE MIS LECTURAS

DE MIS LECTURAS

Cada primavera hago una limpieza general de mis libros y me deshago de los que ya no volveré a leer, de la misma manera que me desprendo de las ropas que no pienso ponerme ya más. A todo el mundo le extraña esta forma de proceder. Mis amigos son muy peculiares en cuestión de libros. Leen todos los best-sellers que caen en sus manos, devorándolos lo más rápidamente posible…, y saltándose montones de párrafos según creo. Pero luego JAMÁS releen nada, con lo que al cabo de un año no recuerdan ni una palabra de lo que leyeron. In embargo, se escandalizan de que yo arroje un libro a la basura o lo regale. Según entienden ellos la cosa, compras un libro, lo lees, lo colocas en la estantería y jamás vuelves a abrirlo en toda tu vida, ¡PERO NUNCA LO TIRAS! ¡JAMÁS DE LOS JAMASES SI ESTÁ ENCUADERNADO EN TAPA DURA! Pero… ¿por qué no? Personalmente creo que no hay nada menos sacrosanto que un mal libro e incluso un libro mediocre.

HELENE HANFF, 84, Charing Cross Road (1970, p. 75)

 

p.d. la foto es de ALEC BOLTON.

 

1 comentario

Lèzard -

Dímelo a mí. El límite de la librería de mi casa debe andar por los 70 ejemplares. Eso no es eliminación ¡es un reto de selección! El único problema es que tampoco me quedan muchos libros que releer.