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RUA DOS ANJOS PRETOS

EL ORGULLO DE TENER UN DÍA

EL ORGULLO DE TENER UN DÍA

Discúlpenme la confusión. Yo siempre había pensado que eso de la homosexualidad eran mariconerías. Pero cada vez que me inundan las pantallas con las celebraciones del día del Orgullo (Gay) me entran las dudas.

Al igual que los heterosexuales (varones) necesitan del compadreo, el piscinazo y el mensaje de móvil para explotar sus gestas amatorias (pagadas o no), los homosexuales (mucho me temo que toda esta parafernalia siempre fue cosa de hombres, que las mujeres homosexuales están un poco al margen de esta fundación de ofrendas a Baco) necesitan un día al año para vindicar sus delirios de grandeza y demostrarles al mundo que ser diferentes es sinónimo de ser alguien.

Los ejemplos son variados, pero me remito al propuesto por un diario nacional serio, como es El País. Minientrevista a Ivri Lider, cantante israelí archiconocido en su país. Ha venido a cantar a Madrid el Día del Orgullo (Gay). En su país su fama batió records de audiencia cuando salió abiertamente del armario. Antes, era un cantante más. Es decir, que vende discos porque tiene una condición sexual diferente, hecho que explota con sustanciosas ventajas.

Ustedes dirán: es que hay que ser muy valiente en cierto tipo de sociedades para decirlo sin miedo a las represalias sociales. Ok. Hasta ahí de acuerdo. Pero estamos hablando de condiciones sexuales, de relaciones íntimas, privadas y que algunos llevan a los escenarios para sufragar una notoriedad no adquirida por otro tipo de valores.

En esta sociedad donde a la clase media le asfixia no ser extraordinaria la vía de escape de su condición sexual parece un recurso que se contradice con esa igualdad de pensamiento y ese reconocimiento social que predican.

El carnaval que se monta por todo el mundo es un acto reivindicativo, pero en pleno siglo XXI no sabemos de qué. Es una manifestación, pero no sabemos de qué. De júbilo, vale.

Un homosexual no es alguien diferente, y eso es algo que gritan todos ellos (gritamos todos nosotros), es alguien que tiene unas preferencias sexuales significativas, como a otros les gustan más las pelirrojas o los genitales depilados.

Un homosexual es alguien que pide ser respetado y que hace lo mismo que los demás y no tiene que rendir explicaciones por nada.

Todo eso se predica y debería de ser de lo más normal, de lo más ordinario.

Entonces, cuando un periodista le pregunta a Ivri Lider lo siguiente:

 

“¿Qué es lo más heterosexual que ha hecho en su vida?”,

 

Por qué el icono gay israelí (como vindicante de todo lo anterior) no manda a paseo al entrevistador por irrespetuoso, por idiota, por lo que sea de excusa ante una pregunta que hasta a mí (heterosexual por la gracia del Interviú) me avergüenza, siente la necesidad de responder:

 

“Me encanta el ciclismo y el fútbol. Algunos dicen, de broma otra vez, que no soy suficientemente gay.”

 

La hostia dada a toda la teoría del día del orgullo me sobrepasa. Discúlpenme, pero ustedes no quieren tener una condición sexual socialmente aceptada, ustedes quieren que se les reconozca y que se les agasaje, hacer de su cotidianidad vital algo extraordinario.

Y eso es algo mezquino.

 

1 comentario

Anónimo -

lo que se conmemora es que la homosexualidad fue retirada de la lista de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud. y la libertad legal de poder expresarse libremente sin ser exterminados o encarcelados.

y las mujeres están, sólo que nadie las hace visibles.